Enuma Elish: El canto del Origen y la Batalla por El Cosmos.
- Kalmet Ediciones
- 26 mar
- 2 Min. de lectura

En nuestra ruta por los mitos mesopotámicos, llegamos hoy al corazón de la cosmogonía babilónica: el Enuma Elish, una epopeya grandiosa que narra la creación del mundo y el ascenso del dios Marduk como soberano del universo. Este relato, además de su valor literario, es una expresión sublime del pensamiento religioso y político de la antigua Babilonia.
Un canto ritual de creación
Enuma Elish, que significa "Cuando en lo alto" en acadio, era recitado cada año durante la festividad del Akitu (año nuevo babilónico). No solo era una narración mítica, sino un texto ceremonial que reafirmaba el orden cósmico y el poder del rey como reflejo de Marduk en la tierra.
El texto se divide en siete tablillas, reflejando simbólicamente los siete días de la creación, un eco que resonará siglos después en otras tradiciones religiosas.
El caos primordial y los dioses antiguos
Al comienzo no existía nada salvo Tiamat, diosa del mar salado, y Apsu, dios de las aguas dulces. De su unión surgen los primeros dioses, quienes pronto alteran la armonía primordial. Apsu, enfurecido, decide exterminarlos, pero es asesinado por Ea, su descendiente. Tiamat, devastada, crea monstruos y se prepara para la guerra.
Aquí comienza la gran batalla cósmica: el conflicto entre caos y orden, entre la antigua generación de dioses y los nuevos.
El ascenso de Marduk: héroe y legislador
Los dioses, atemorizados por Tiamat, convocan a Marduk, joven dios de la tormenta y la sabiduría. Él acepta enfrentarse a cambio del reinado supremo. Armado con redes, relámpagos y el aliento de los vientos, derrota a Tiamat, la parte en dos y con su cuerpo crea el cielo y la tierra.
Marduk ordena los cielos, coloca a las estrellas, establece el calendario y separa las aguas. Luego crea a la humanidad con la sangre de Kingu, el general de Tiamat, para que sirva a los dioses y mantenga el orden del mundo.
El Enuma Elish como mito político y espiritual
Más allá de su dimensión religiosa, el Enuma Elish es un manifiesto político. Marduk representa el poder de Babilonia, y su victoria justifica la supremacía de su templo, el Esagila. La creación del mundo no es solo un acto divino, sino la consagración de un sistema político y teológico donde el orden debe prevalecer sobre el caos.
Kalmet y la memoria del origen
En Kalmet Ediciones, valoramos profundamente los relatos cosmogónicos como el Enuma Elish porque son mucho más que narraciones antiguas: son manifestaciones del alma colectiva, mapas simbólicos de cómo las civilizaciones comprendían el mundo. Este poema es la voz de una cultura que concebía la creación como un acto de victoria, estructura y propósito.
🌙 ¿Conocías el Enuma Elish? ¿Qué opinas de esta visión de la creación como una batalla? Comparte tu reflexión en los comentarios y acompáñanos en este viaje a través de los mitos fundacionales de la humanidad.
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